El mercado de activos digitales registró este jueves una marcada caída que llevó a bitcoin a descender con fuerza por debajo de los 90.000 dólares y operar en torno a los USD 84.000 al cierre de la jornada, su cotización más reducida en casi siete meses.
La caída borró las ganancias acumuladas en 2025 y evidenció un deterioro del impulso alcista que venía mostrando señales de agotamiento en las últimas semanas.
Este movimiento bajista se produce apenas un mes después de que la moneda digital alcanzara un máximo histórico superior a los 126.000 dólares, favorecida entonces por las expectativas generadas en torno al nuevo gobierno de Estados Unidos y un ambiente de mayor apertura regulatoria. Sin embargo, ese escenario perdió consistencia a medida que se enfriaba el entusiasmo inicial, caían los indicadores técnicos y se debilitaba la demanda institucional.
Ethereum también acompañó el retroceso generalizado. Su precio descendió por debajo de los 2.800 dólares por primera vez desde mediados de año, acumulando una caída cercana al 9% en el balance anual.
Al momento del cierre de esta nota, bitcoin se negociaba en USD 84.600.

Factores detrás del retroceso
La ruptura del soporte de los 90.000 dólares respondió a la confluencia de varios elementos que presionaron al mercado de manera simultánea. Entre ellos, destacó la creciente cautela vinculada al panorama macroeconómico global, particularmente en torno a la política monetaria de la Reserva Federal (Fed).
Julián Colombo, director de Bitso para Sudamérica, describió el clima actual como un entorno donde “los inversores priorizan la liquidez debido a la incertidumbre global, muy influida por las decisiones de la Reserva Federal”. Según explicó, el mercado había incorporado la posibilidad de un recorte de tasas en diciembre; sin embargo, ese escenario comenzó a diluirse con las últimas comunicaciones del organismo.
Colombo añadió que cada nuevo informe de la Fed puede obligar a los inversores a reajustar sus expectativas, lo que genera una etapa de “alta sensibilidad” para los activos de riesgo, entre ellos bitcoin. Ese contexto, señaló, puede derivar en movimientos bruscos hasta que se aclare la postura final del banco central estadounidense.
Qué esperar en el corto plazo
Analistas consultados señalan que la zona de entre 83.000 y 88.000 dólares será clave para determinar si el mercado encuentra estabilidad o si persiste el sesgo bajista. Los próximos datos de inflación en Estados Unidos y las comunicaciones de la Fed serán determinantes para los activos de riesgo. Asimismo, la evolución de los flujos hacia los ETF continuará siendo un indicador esencial para evaluar el tono del mercado.
Bitcoin afronta el cierre de la semana bajo intensa observación, en un entorno donde aún no está claro si la reciente corrección representa una pausa dentro de un ciclo alcista de largo plazo o el inicio de un periodo más prolongado de debilidad.














