El ecosistema de las finanzas descentralizadas (DeFi) atraviesa una etapa de expansión inédita desde 2022. Durante el tercer trimestre de 2025, el valor total bloqueado (TVL, por sus siglas en inglés) repuntó un 41%, alcanzando los $160.000 millones, de acuerdo con cifras de DeFiLlama.
Ethereum lideró el avance al escalar de $54.000 millones en julio a más de $96.000 millones, un salto del 50%. Solana también mostró un desempeño sólido con un incremento cercano al 30%, pasando de $10.000 millones a $13.000 millones en el mismo período.
El impulso provino de un mayor dinamismo en préstamos, intercambios descentralizados (DEX) y plataformas de staking, junto con el renovado apetito inversor tras la aprobación de nuevas normativas en Estados Unidos. Entre ellas destacan la CLARITY Act, el Anti-CBDC Surveillance State Act y el GENIUS Act sobre stablecoins, promulgado por el presidente Donald Trump el pasado 18 de julio.
Protocolos en ascenso
Dentro de los proyectos, Aave se consolidó como referente al superar los $41.000 millones en TVL, un crecimiento del 58% desde julio. Lido, especializado en liquid staking, le sigue con casi $39.000 millones, tras un incremento del 77%. En tercer lugar, aparece EigenLayer, que superó los $20.000 millones, impulsado por la revalorización de ETH y un alza del 66%.
Según Mike Maloney, CEO de Incyt, “los grandes ganadores son los protocolos que ofrecen productos descentralizados de forma responsable. Aave, EigenLayer y Lido han capturado la mayor parte del mercado, y con fundamentos sólidos”.
El empuje de Bitcoin y Ethereum
El rally del mercado cripto fue determinante. Ethereum alcanzó un nuevo máximo histórico de $4.904 el 24 de agosto, acumulando un alza del 82% desde julio. Bitcoin también rompió récords al llegar a $124.128 el 14 de agosto, con una suba del 18% en el mismo lapso.
Doug Colkitt, contribuidor de Fogo, explicó: “Cuando BTC y ETH se disparan, el valor de los colaterales también lo hace, y los gráficos de TVL se ven inflados. Pero esta vez hay una diferencia: ya no es capital especulativo persiguiendo promesas vacías, sino dinero entrando en productos reales como activos del mundo real (RWA), LSTs y derivados perpetuos. Es un cambio estructural”.
Una tendencia en consolidación
Este desempeño confirma la continuidad de un ciclo expansivo que ya se había evidenciado en el segundo trimestre, cuando el TVL pasó de $86.000 millones en abril a más de $126.000 millones en julio, un incremento del 46% en apenas tres meses.